Hemos podido hablar esta semana con varios agricultores implicados en las tractoradas que se han producido en nuestra ciudad… agricultores que querían transmitir su intención de marchar sin molestar a los conductores porque los quieren de su parte. No quieren perjudicar a nadie, pero es cierto que todo lo que se está consiguiendo en estas semanas de movilizaciones… no se hubiera conseguido sin ellas.
La situación por la que pasan los agricultores es muy difícil. Están vendidos a unos intereses globales por no tener una legislación que les proteja frente a los productos que vienen de fuera y que, como todos sabemos tienen veneno para nuestra salud… Glifosato, cadmio, químicos presentes en los plaguicidas y los pesticidas que acaban sí o sí en el producto que llega a tu casa y que deberías tener cuidado a la hora de manipularlo y cocinarlo… sobre todo cuando su origen es desconocido o poco fiable.
Porque están llegando naranjas de Marruecos, de Sudáfrica… fresas también de Marruecos, pimientos y tomates del norte de África… y aunque podríamos fiarnos de estos países como tradicionalmente productores de frutas y hortalizas… hemos de reconocer que las condiciones y normativas europeas allí no se cumplen, que la mano de obra es cuatro veces más barata, que los contratos laborales no tienen las exigencias de los nuestros, que las condiciones higiénicas y sanitarias tampoco son las mismas, tampoco en el transporte…
Pero ahí estamos con supermercados en los que cada vez es más difícil conocer el origen de los productos que comemos (porque con poner origen UE o no UE… todo está solucionado), lugares donde los precios vienen marcados por mercancías que parten de estándares de calidad y laborales que dejan mucho que desear y que están lejos de los nuestros…
Pero ahí siguen los agricultores viendo como muchas veces se les culpabiliza por las subidas de precios de algunos alimentos cuando son los intermediarios, demasiados casi siempre, quienes van engrosando el precio final.
Es cierto que no vivimos en el mundo ideal en el que todo lo que consumimos pueda llegar de pocos kilómetros a la redonda, que también en el norte de Europa quieren pimientos, y tomates y fresas, igual que nosotros queremos tecnología, y coches japoneses… o acaso eso no cuenta…
Pero tenemos que luchar por la transparencia a la hora de mostrar lo que consumimos, sobre todo lo que vamos a llevarnos a la boca, sobre todo lo que van a comer nuestros hijos, transparencia en cuanto a los pesticidas y fitosanitarios que contienen, transparencia en cuanto a las condiciones laborales de sus trabajadores, transparencia en cuanto a los valores de la cadena alimentaria.
Seguirán protestando, provocando reuniones, consiguiendo pequeños compromisos para un sector tan necesario. Pero no quieren molestar a los conductores, los quieren de su lado, como nos decía Alejandro de Quinto de Ebro ayer mismo… quieren que pensemos por qué un agricultor coge su tractor con el coste que supone para pisar el asfalto para hablar alto y claro del futuro incierto del campo español.