Lo ecológico está de moda y las marcas lo saben y se han subido al carro del ecopostureo vaciando de contenido la palabra ecológico desde el desconocimiento de las grandes diferencias que existen entre un producto ecológico y uno convencional. Pero en Europa el ecopostureo tiene sus días contados.
Como resultado de la utilización de fertilizantes nitrogenados las plantas contienen un nivel más alto de nitratos. Las plantas de hojas verdes como las espinacas, acelgas o zanahorias, son especialmente propensas a la acumulación de nitratos. Si el nitrito formado por el nitrato entra en la corriente sanguínea, se destruye la hemoglobina y así no se podrá llevar oxígeno a las células. En las etiquetas de los alimentos preparados y envueltos son legibles el nitrito de sodio (E250) y el nitrato de sodio (E251), pero en las ensaladas verdísimas que se exponen en las estanterías de los supermercados… por desgracia no se pueden ver estas evidencias en las etiquetas.
Las proteínas, cuando reaccionan con los nitritos, pueden llegar a originar nitrosaminas carcinógenas, Las investigaciones han demostrado que las nitrosaminas causan cambios bioquímicos o mutaciones en las células (pueden hasta dañar el ADN). Es importante saber que las vitaminas C y E inhiben la formación de nitrosaminas, por lo que deberían estar siempre presente en nuestra dieta.
Las frutas y verduras ecológicas contienen mucho menos nitrato (casi cero) que sus compañeras producidas de forma convencional. Si somos de los que nos gusta tomar muchas hojas verdes en nuestra dieta… deberíamos cuidar que éstas fueran ecológicas. Porque se pueden lavar… pero los productos químicos absorbidos por las plantas no se pueden eliminar y pasarán a nuestro organismo.
Es muy importante cuidar lo que comemos… pero estos días se está hablando del greenwashing o ecoblanqueo o ecopostureo que se lleva a cabo por muchos productos que podemos ver en los supermercados. La ley que se votó en enero se tiene que implementar en toda Europa en los próximos dos años y supondrá un cambio en nuestra vida cotidiana al contar con un marketing más transparente que nos permitirá elegir mejor nuestros productos.
Se acabó el etiquetar productos como bio, eco, saludables, naturales, de bajo impacto medioambiental… sin que estas afirmaciones se basen en estudios, sellos y certificados solventes y públicos.
En Bio Bio Zaragoza sólo tenemos productos ecológicos, conocemos su procedencia, tenemos sus certificados, estamos en contacto con el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica y estamos totalmente a favor de que no se engañe a la gente con publicidades malintencionadas basadas en un ecopostureo que si bien está de moda… puede ser muy dañino para los consumidores.
Busca el sello ecológico en los productos o pregunta a quien te lo vende pues tienes el derecho de conocer al detalle todo lo que te llevas en la cesta de la compra. Afortunadamente el ecopostureo tiene sus días contados en Europa.
