Razones naturales

RAZONES NATURALES

Dicen que en el Pirineo, ese que vemos cada mañana desde muchos puntos de Zaragoza, van a unir varias pistas de esquí por un valle que hasta ahora estaba en silencio, casi invierno y verano, por razones económicas y sociales, por intereses para la región y para la zona, por el futuro de los pueblos de la montaña, para que cada vez venga más gente y no dejen de venir y así llenen la montaña de vehículos de esos que por otra parte se quieren restringir en el centro de las ciudades. Sin posicionarnos al respecto nos preguntamos si se han tenido en cuenta las razones naturales, las del espacio natural, las razones de la montaña, las razones de los paisajes, las razones de los que siempre han vivido y quieren seguir viviendo allí. Las razones naturales.

Las razones naturales son las menos atendidas esta y muchas otras veces. Siempre hay otras razones más elocuentes que atender, siempre hay razones para mirar para otro lado cuando se trata de la naturaleza que da la impresión de que lo aguanta todo, lo acepta todo y lo soporta todo.

La naturaleza nos está pidiendo cambios, nos está pidiendo menos movilidad, nos está pidiendo más silencio, como los rostros de Plensa, nos está pidiendo más respeto, nos está pidiendo capacidad de pasar de puntillas como esos que no quieren que se note que han pisado nuestro jardín, como esos niños que juegan al escondite, como esos mayores que ves venir y cuando te das cuenta ya han dado la vuelta a la esquina.

La modernidad exige cambios, redes, antenas, carreteras, infraestructuras… pero es curioso que el ser humano se afane por tenerlas listas para quienes vienen el fin de semana y no para quien vive de lunes a viernes, para quien viene de paso y no para quien vive desde hace años y quiere pasar allí el resto de su vida, para quien quiere pasear y no para quienes viven en sus madrigueras y sus árboles… diseñamos leyes para el respeto animal y nos olvidamos de que muchas veces nuestras acciones en las montañas hacen todo menos respetar a los animales que han nacido allí… diseñamos mega proyectos millonarios y no somos capaces de responder a las necesidades de quienes sólo esperan tener un médico cerca, o un taxi, o una tienda o un taller. Qué curiosos somos y qué pocas veces atendemos a las razones naturales.

Los coches que salen de los centros de las ciudades se permiten en las laderas de las montañas amontonados en parkings repletos de todoterrenos muchas veces ocupado como mucho por dos personas. Aquí no llega el tranvía y tampoco hay estaciones de recarga por lo que los combustibles fósiles que no queremos respirar en las ciudades los respiraremos en las montañas hasta ahora puras y protegidas como la Canal Roya, uno de los pocos entornos vírgenes que quedan en los Pirineos y que para evitar la situación actual se quería declarar Parque Natural.

Hay pocas razones naturales a favor de este tipo de actuaciones y muchas razones especulativas que poco o nada piensan en quienes se tendrán que quedar a vivir en la zona durante el año con alquileres a precios de turista como ocurre ya en lugares de costa de nuestro país.

Pero… la montaña no lo aguanta todo, hay que tener cuidado. Hay que escuchar las razones de la naturaleza, las razones ecológicas, las mismas que cuestionan los monocultivos agrícolas, ganaderos, energéticos y también turísticos.

Escuchemos a la naturaleza. Escuchemos su grito y sus razones naturales.