Celebrar el Día del Medioambiente en un momento en el que todo parece haberse detenido, los viajes, los vuelos… en un momento en el que toda la recuperación se está jugando en la partida de la sostenibilidad… es, cuando menos, gratificante. Parece como si de un tiempo a esta parte hubiéramos descubierto de pronto que casi es tarde para conseguir los objetivos que hace años eran para el 2020, luego para el 2030 y ahora para el 2050…
Es curioso pero en el tema del medioambiente parece que siempre hay tiempo, siempre hay plazo… aunque poco a poco se van acortando los tiempos y los plazos y se empieza a hacer urgente lo que sólo hace unos años era un proyecto para ir trabajando.
Llevamos mucho tiempo escuchando a líderes mundiales, a líderes sociales, a líderes juveniles hablar de que no existe un planeta B, que no podemos dejar que suba la temperatura más de dos grados, que tenemos que buscar sistemas sostenibles de producción de energía, que los polos se calientan… y de tanto escuchar estos discursos nos ha parecido como que no iban con nosotros… pero poco a poco los más jóvenes empiezan a preguntarnos qué planeta les vamos a dejar y por qué, los pueblos más tradicionales empiezan a observar cambios como nunca habían observado, y… seguimos pensando que todavía tenemos tiempo…
En Bio Bio Zaragoza desde el principio quisimos hacer un guiño al medioambiente y por eso la imagen de nuestra fachada contiene una planta de café (nuestros orígenes…. ), unas manos de un niño en torno a una bola del mundo verde (nuestros hijos…) y una espiga de trigo (el mundo en que vivimos…). Sólo empezaremos a trabajar por el medioambiente de verdad cuando en el discurso incluyamos a nuestros hijos, los que ahora tienen 4 o cinco años y que serán adultos en el 2050 y entonces puede que nos pidan cuentas por lo bien o lo mal que hemos cuidado de este planeta azul y verde y tan humano.
La semilla de los productos ecológicos está luchando por un medioambiente más sostenible, menos contaminado, más amigable para todos… pero todavía vemos grandes macroproyectos cárnicos en nuestra comunidad que piensan en todo menos en el medioambiente, todavía vemos como en Aragón es difícil por no decir imposible encontrar cereales que no sean transgénicos, todavía nos encontramos con trabas administrativas para sacar adelante una granja de pollos ecológicos y todo lo contrario para construir una macrogranja porcina copn todo lo que el porcino lleva consigo.
Pero tengamos muy claro que la lucha por el medioambiente no sólo se libra en las mesas de negociación de los grandes países; comprar alimentos no envasados, no desperdiciar alimentos, no consumir más de la cuenta, reutiizar, encaminarnos hacia la autosostenibiliad energética en lugares con sol y aire, viajar en medios sostenibles y sólo si es necesario, usar la bicicleta… son gestos de los cuales brotarán los verdaderos cambios que necesitamos.
Feliz semana para todos. Un fuerte abrazo a todas y todos!!