Una famosa cadena de supermercados de origen alemán que está teniendo un crecimiento galopante en nuestro país ha lanzado una campaña sobre los alimentos con fecha de extinción debido al cambio climático. Qué hace que una cadena de supermercados, la más potente en Alemania, se implique en cuestiones como el reciclado, el despilfarro o el cambio climático… seguramente no tiene una explicación clara y sobre todo es evidente que es una estrategia de ventas importante como todas las que lanzan las cadenas de supermercados en todo el mundo, lugares no sólo por los que pasa la mayoría de la población, es que son los lugares fuera de los cuales la mayoría de la población hoy no sabría dónde ni qué comprar…
Pero como se ha dicho muchas veces, quizá esté entre nosotros la última generación que vivirá mejor que sus padres en términos medioambientales, pero cuidado, esa generación que vivió mejor que sus padres… es la que ahora ya tiene más de 50 años porque para el resto lo que es evidente es que empezarán a ver cómo muchos productos van desapareciendo de las tiendas, van llegando cada vez más caros o incluso dejan de existir porque se han extinguido.
Es exagerado pensar, ahí entra la campaña mediática, que en el 2050 no haya café, ni cacao… ni vino… pero podría ser cierto en unos 100 años (aunque esto ya no llamaría la atención en una campaña), sobre todo cuando vemos que empieza a escasear el agua, cambian las estaciones y… están aprobando medidas curiosas como la que permite introducir los insectos en la dieta humana, algo que si bien puede llamar la atención… llegará a ser realidad cotidiana antes de que mis hijos sean padres.
Detrás de algunos de los cambios más drásticos de nuestro clima y de nuestra forma de vivir estamos nosotros con un estilo prepotente y falso que sólo se deja llevar por el beneficio actual, por el bienestar del presente, sin fijarnos ni pensar ni siquiera en lo que será de nuestros hijos cuando tengan nuestra edad.
Hemos de ver muchas cosas y muchos cambios en nuestras costumbres culinarias, pero sobre todo, y de eso no habla esta campaña, porque en buena medida nuestros hábitos de consumo están dictados por grandes empresas que nos han alejado de los lugares de producción, de la tierra, y que están consiguiendo que nuestros gustos y necesidades coincidan, qué casualidad, con las suyas, las que más beneficios les dejan.
Dentro de algunos años puede que vivamos de otra manera, lo que es seguro es que comeremos de otra manera. Pero siempre habrá locos, visionarios o raros, que seguirán queriendo comer un chorizo que sólo tenga carne de cerdo sal y pimienta, un queso que sólo tenga leche, un café que sólo tenga café y un pan que, como el del Rincón del Segura que nos llega cada semana, sólo tenga harina, masa madre y agua de mar…
Tenemos que reivindicar los alimentos saludables, los que pueden hacernos vivir muchos años, los que pueden mantener vivo nuestro ecosistema. Tenemos que equilibrar nuestra alimentación y dejar de comer alimentos procesados para volver a comer como nuestros abuelos. Tenemos que comer lo que alimenta y puede que de esta manera, eliminando plásticos, añadidos alimentarios que empiezan por ‘E’, alimentos que no alimentan, transgénicos… porque comiendo como antes puede que consigamos mantener vivos esos alimentos que algunos ya nos han advertido que tienen fecha de caducidad… ¿no será porque ya están pensando en sus repuestos?