Esta semana el campo, las vacas, los terneros, los cerdos, los pollos… las granjas están en boca de todos. Gracias a unas declaraciones bien o mal traídas de nuestro ministro de Consumo (que dicho sea de paso no estamos acostumbrados a saber apenas nada de su ministerio…) se está hablando de la carne que producimos y de la carne que consumimos.
No es cuestión de entrar en el tema de las granjas… pues tendríamos que decir que sí que suelen ser demasiado grandes (macro) y que producen carne de no demasiada calidad (llenas de antibióticos, alimentadas con piensos transgénicos, con animales hacinados y no siempre bien tratados…), pues nos gustaría hablar de algunas declaraciones que relacionan la carne de mala calidad de las llamadas macrogranjas con la única posibilidad que tienen las economías medias o bajas de nuestro país para comer algo de carne en su menú semanal.
En Bio Bio estamos convencidos de que podemos y debemos comer de otra manera para mejorar nuestra dieta y nuestro medioambiente. La carne de verdad es cara, no puede ser de otra manera cuando a un animal lo cuidas, lo alimentas bien y lo tienes el tiempo necesario en la granja para poder dar una carne de calidad… Por lo que tendríamos que recordar cómo y cuánta carne comían nuestros abuelos, incluso aquellos que tenían animales en casa, pollos de corral, o cerdos que normalmente mataban para San Martín. Porque si algo hay que decir de la dieta mediterránea es que siempre ha estado compuesta por mucha verdura (pero sólo de temporada), mucha legumbre, frutas (también sólo de temporada) y poca carne y poco pescado.
Si la economía no acompaña… mejor es insistir en las alternativas de proteína vegetal (muy baratas por mucha calidad que tengan), que en las carnes de pollos, cerdos y aún peor procesados (salchichas, nugets, hamburguesas) de dudosa procedencia.
Nuestros supers están llenos de carnes de muy mala calidad. La carne de calidad es cara. Pero hoy en la dieta de la mayoría de las familias esperan tener carne (rara vez pescado) todos los días de la semana.
No estamos haciendo lo correcto con las granjas de animales, su contaminación, su alimentación, su calidad… son muy discutibles… pero han entrado de lleno en la campaña electoral aunque no sabemos si servirá para conocer cómo se produce la carne en nuestro país o para saber cómo se tratan a los animales de las granjas de nuestro país (aunque imaginar… nos lo imaginamos todos).
Es bueno que hablemos de las granjas, de los animales, de nuestra producción de carne… aunque para ello habría que sentarse, dejar los intereses económicos a un lado y hablar desde el corazón, desde la experiencia de los pequeños ganaderos y no en mítines por favor, no en mítines.