Incremento de precios

Ya son muchas las voces que hablan del incremento de precios que va a producirse en todos los sectores el próximo año, aunque uno de los que más preocupan es el sector de la alimentación. Los costes de la luz, la energía y las consecuencias de la crisis pandémica, son algunos de los elementos que están preocupando a los consumidores que esperan una subida importante de precios para el inicio del próximo año.

No obstante si de comida se trata hemos de decir que este incremento de precios sobre todo se está notando en el de la alimentación convencional e incluso en las marcas blancas que durante este año por primera vez han cedido terreno ante las grandes marcas quizá por motivo de la pandemia.

El sector de la alimentación ecológica no es ajeno a la subida de precios de los carburantes, de la electricidad, de las materias primas… aunque hay que decir que en este sector se nota de otra manera pues se parte de un precio real de los alimentos algo que no ocurre en el producto convencional.

Cuando los ganaderos dicen que no es posible que la leche esté más barata que el agua en algunos supers, cuando vemos cómo las ofertas que atraen a los consumidores son patatas a menos de 30 céntimos el kilo por poner un ejemplo… el sector ecológico se pregunta cómo puede ser que en algún momento el agricultor haya permitido estos precios, aunque en el sector convencional es evidente que quienes negocian ya no son los agricultores ni los sindicatos… los precios se marcan en los despachos de los presidentes de las grandes marcas de supermercados.

En este momento algo que está haciendo crecer los precios de los productos agrícolas de una manera impresionate es el incremento de los precios de los fertilizantes, de los fitosanitarios, de los abonos… la crisis y el precio de la luz y del petróleo está haciendo que la agricultura convencional salga perdiendo frente a una forma de producir alimentos menos dependiente de las grandes empresas y multinacionales que tienen el control absoluto de los productos que en estos momentos se cultivan en la mayor parte de los campos de nuestro país, y sobre todo de Aragón.

El próximo año vamos a ver cómo los precios de los alimentos crecen mucho y quizá por ello vamos a tener que volver a replantear nuestros menús tratando de aprovechar las sobras, incrementando el consumo de legumbres y verduras de temporada, reduciendo el consumo de carnes y pescados… Igual esta crisis nos hace ganar en salud, valorar el trabajo de quienes en el campo sólo ven cómo suben sus gastos, saborear los buenos productos que llegan hasta nuestra mesa en cantidades más reducidas, cocinar más que comprar alimentos precocinados o preparados… Quizá detrás de la subida del precio de los alimentos nos encontremos con nosotros mismos, nos reconciliemos con el campo de donde viene todo lo que comemos y tendamos a ser más sostenibles… Ni tan mal, ¿no?

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