Bendita leche materna

BENDITA LECHE MATERNA        

Cuando a nuestro alrededor nace un niño o una niña… será por deformación profesional pero pensamos antes que nada en la bendita leche materna, la bendición que supone para nuestros hijos la leche materna que no sólo contiene la cantidad necesaria de proteínas, grasas y azúcares que el bebé necesita, también contiene todas las vitaminas, minerales… pero es que también proporciona los anticuerpos que el niño necesita para hacer frente a las bacterias, las enzimas que ayudan a digerir los alimentos, la lactoferrina que absorbe el hierro, muchas hormonas del crecimiento e incluso las bacterias beneficiosas que vienen del intestino de la madre y que poco a poco colonizan el intestino del bebé para poder asimilar los alimentos.

Para la madre la lactancia es también un gran esfuerzo empezando a producir unos 200ml de leche al día durante las primeras semanas hasta producir en torno a un litro diario durante meses. Un litro de leche que contiene unas 700 calorías, unos 70 gramos de lactosa, unos 10 gramos de proteínas y unos 40 gramos de grasas. Bendita leche la de la madre.

En la leche materna, un producto en continuo cambio, influye mucho la alimentación de la madre pues aunque la madre naturaleza siempre proporcionará al bebé lo mejor de lo mejor, como la jalea real de las abejas, no obstante el tipo de alimentación influirá mucho en la calidad de la leche materna. Es peligroso abusar de medicamentos, contaminantes y pesticidas durante los meses de lactancia. Los pescados grandes tienen mucho mercurio… pero muchos de los alimentos actualmente están repletos de contaminantes y pesticidas, no sólo las verduras sino sobre todo las carnes. Consumir alimentos ecológicos durante el embarazo y la lactancia es un valor seguro para que los bebés crezcan sanos y fuertes. Es normal evitar durante el embarazo, la lactancia e incluso los primeros años de vida de los bebés el consumo de pescados grandes por sus cantidades de mercurio que afecta en el desarrollo neurológico de los pequeños, las carnes y los lácteos ecológicos también está claro que tienen mejor composición de ácidos grasos y menor concentración de pesticidas, pues es un error pensar que sobre todo están en las frutas y las verduras, pues es sobre todo en los productos animales donde más residuos de pesticidas hay y se ha comprobado que las leches de las madres que siguen una alimentación vegetariana tienen menos residuos de estos pesticidas.

Pero cuidado la leche materna siempre es la mejor opción para la alimentación de los bebés, la naturaleza es muy sabia y los beneficios de la leche materna siempre son absolutamente mayores que otros tipos de alimentación.

Pero no hay que esperar a ser madre para comer ecológico, consumir estos alimentos no debe estar reservado para los más pequeños, es curioso ver cómo llegan algunas familias a la alimentación ecológica cuando nace un bebé y curiosamente a los dos o tres años… desaparecen. ¿Cuándo decidimos que ya podemos dar de comer alimentos basura a nuestros bebés? ¿Por qué no reflexionar sobre lo que estamos comiendo para hacer de este planteamiento materno-filial un planteamiento global?

Comer ecológico mejora la lactancia materna, mejora el desarrollo del bebé, pero mejora también nuestro día a día y el día a día del planeta que reduce también la carga global de pesticidas y contaminantes en el medio ambiente y esto tiene efectos muy positivos para todos, para las madres, para los hijos e hijas y para todos en general.

La alimentación ecológica está llamada a cambiar el mundo, a cambiar nuestra forma de estar, nuestra salud, nuestro ecosistema. Gracias por ser de ese pequeño porcentaje que nada contracorriente para que poco a poco sea más normal la opción por lo ecológico durante el embarazo, durante la lactancia y durante toda nuestra vida.