Hemos comenzado un verano muy especial, no sólo porque la semana que viene empezaremos a poder disfrutar del aire libre sin mascarillas, sino también porque hemos empezado un verano en un año en el que el sol va a tener mucho protagonismo. Un año en el que los planes de recuperación europeos insisten en la transición verde aunque… lamentablemente no hablen del cambio de modelo agrícola necesario para una verdadera transición ecológica…. Un año en el que el sol se visibiliza como una de nuestras principales fuentes de energía verde, incluso por encima del viento. Un año en el que de nuevo seremos atractivo para el turismo de sol y playa. Y un verano en el que el sol volverá a calentar fuerte en el campo… y sobre todo en la ciudad.
El día 21 de junio se celebra el día mundial del sol, fuente inagotable de energía renovable y fuente de calor prácticamente inagotable… Además coincide con el inicio en todos los horares de las nuevas tarifas eléctricas que nos hacen pensar cuándo y cómo hacer uso de la energía que poco a poco va siendo más renovable en todo nuestro país. Aunque una muy buena alternativa ya empieza a ser la colocación de placas solares para producir nuestra energía y poder aprovechar la energía sobrante de forma que las placas produzcan siempre energía que pueda ser aprovechada por el que tiene las placas… o por el vecino.
Estamos cambiando nuestros hábitos, lo cual es muy bueno, pues, más allá del coste por kilovátio, nunca debimos pensar que la energía era infinita y que podríamos usarla siempre, sin medida y en cualquier momento… quizá por eso hemos llegado hasta donde hemos llegado.
El sol también está haciendo posible que nuestra huerta aragonesa empiece a despertar con el mejor sabor de nuestros mejores productos. Y es que el que no ha probado nuestros tomates (el feo, el rosa, el corazón de buey….) no sabe lo que se pierde. Los hay que vienen de propio a Bio Bio Zaragoza para comprar tomates durante todo el verano. Una tierra, la nuestra, que se prepara después de un duro invierno para producir con todo el sabor de siempre, un sabor y un color que supera con creces a las huertas de otras latitudes de nuestro país.
Comienza además un verano que esperemos que esté lleno de vida, de luz, de amistades, de viajes, de vida… con seguridad (pues es posible que nada vuelva a ser como antes) pero con mucha vida, mucha esperanza, mucha alegría… lo contrario, quizá a las sensaciones que todos teníamos el verano del 2020.
Feliz verano, felices 93 días llenos de luz y color… hasta el 23 de septiembre. Verano en el que esperamos vuelvan a aflorar las comidas compartidas, las terrazas, las caminatas, las escapadas y los ratos dedicados íntegramente a nosotros mismos y en los que esperamos que no olvidéis la alimentación ecológica en vuestras vidas.
Feliz semana para todos. Un fuerte abrazo a todas y todos!!